Moisés Colmenares Pérez: De Radio Urquía a las Grandes Ligas de la Comunicación

En el vasto y vibrante universo de la comunicación, pocos nombres resuenan con tanta fuerza como el de Moisés Colmenares. Su travesía, que comenzó en las humildes ondas de Radio Urquía, se ha convertido en un relato cautivador de perseverancia, pasión y dedicación, llevándolo a ser uno de los grandes comunicadores de nuestra era.

Desde sus inicios como operador de radio desde pagar hasta 6 pasaje diarios para llegar a la radio subiendo o bajando escaleras, Colmenares demostró un amor innato por la comunicación. Bajo la tenue luz de los estudios de Radio Urquía, comenzó a forjar su camino. Con la voz temblorosa pero decidida, se adentró en el mundo del micrófono, conduciendo su programa “Strike Tres” en “Tribuna Caliente”. Allí, cada palabra, cada comentario, era un reflejo de su profunda pasión por el deporte y la vida misma.

El viaje de Moisés no se limitó a las pantallas y los micrófonos. En su búsqueda de la verdad y la emoción del deporte, encontró un escenario inesperado; narrar un juego desde una piedra en el mirador de El Panadero en Los Teques. Imaginemos este escenario: un hombre, solo, rodeado de la naturaleza, llevando la emoción del juego a quienes lo escuchaban con atención. Este episodio emblemático no solo habla de su ingenio, sino también de su inquebrantable compromiso por compartir la narrativa del deporte, sin importar las circunstancias.

Su carrera fue ascendiendo —como un bateador que logra conectar el lanzamiento perfecto— cuando comenzó a ser ancla de Venezolana de Televisión en diversas olimpiadas. Desde la infraestructura hasta la emoción de los atletas, siempre estuvo presente, cubriendo eventos que marcaron la historia y nunca se “peló”, como suelen decir en el argot deportivo. Su capacidad para conectar con la audiencia y su destreza en narrar historias fueron piezas fundamentales en la construcción de su legado comunicacional.

Moisés no solo es un comunicador; es un gran hombre. Graduado de la Universidad Bolivariana de Venezuela, su formación académica fue el pilar sobre el cual construyó su carrera. Sin embargo, lo que realmente lo distingue son sus principios: la familia, la vida y, sobre todo, su humildad. Cada paso que ha dado en su trayectoria está impregnado de un profundo respeto por sus raíces y por las personas que lo rodean.

Un aspecto entrañable de su historia son las anécdotas que comparte con aquellos que lo conocen. Preparar plasta y atún para comer al finalizar un largo día de trabajo son recuerdos que no solo evocan risas, sino que también revelan su conexión con la gente, su autenticidad y su deseo de nunca olvidar de dónde vino. Estas experiencias, aunque simples, son el hilo conductor que une su vida personal con su carrera profesional, enseñándonos que, detrás de cada gran comunicador, hay un ser humano con vivencias palpables.

Hoy, Moisés Colmenares se erige como un ejemplo a seguir. Su camino desde Radio Urquía hasta las grandes ligas de la comunicación es un recordatorio de que, con dedicación y pasión, todo es posible. Ha demostrado que el verdadero valor de una voz no radica solo en su resonancia, sino en su capacidad de tocar corazones, inspirar vidas y honrar sus valores fundamentales. Así, a través de su labor, se convierte en un faro que guía a futuras generaciones hacia la grandeza en el mundo de la comunicación.