Juramentado en Venezuela Nicolás Maduro para el periodo presidencial 2025-2031

Este 10 de enero de 2025, Nicolás Maduro Moros fue juramentado oficialmente como presidente de la República Bolivariana de Venezuela en una ceremonia solemne realizada en el Palacio Federal Legislativo. Este evento se llevó a cabo en cumplimiento de lo establecido por la Constitución de la república Bolivariana de Venezuela y marcó el inicio de su mandato para el periodo presidencial 2025-2031. La ceremonia contó con la presencia de varios presidentes y representantes de gobiernos de América Latina y otras partes del mundo, quienes asistieron para mostrar su apoyo y reconocimiento al nuevo gobierno.
La investidura fue dirigida por Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, quien subrayó la importancia del momento histórico y resaltó el respaldo popular que ha recibido Maduro a lo largo de su carrera política. El mandatario fue electo en las elecciones celebradas el 28 de julio de 2024, donde obtuvo una significativa cantidad de votos que evidencian la confianza de parte del electorado venezolano.
Uno de los aspectos más destacados de esta ceremonia fue la forma en que fue colocada la banda presidencial. En un gesto simbólico, varios representantes del pueblo, provenientes de diferentes sectores de la sociedad, fueron quienes impusieron la banda a Maduro. Este acto, sin precedentes en el ámbito político global, busca reforzar el mensaje de que el mandato de Maduro emana del pueblo y no de instituciones tradicionales.
Durante su discurso tras la juramentación, Maduro enfatizó la lucha del pueblo venezolano contra el imperialismo estadounidense y los gobiernos europeos que, intentan interferir en los asuntos internos del país. Afirmó que el pueblo ha logrado derrotar nuevamente a lo que denominó «imperialismo gringo» y a los «cipayos» que han tratado de socavar la soberanía de la nación. Estas declaraciones forman parte de la retórica habitual del mandatario, quien ha mantenido una postura firme contra las potencias extranjeras que critican su gobierno y las políticas implementadas en Venezuela.
Otro punto clave en su discurso fue la denuncia de los gobiernos «sinfonistas», término que utiliza el presidente para referirse a aquellos que, a su juicio, actúan en complicidad con intereses externos que buscan desestabilizar el país. Maduro puntualizó la necesidad de mantener la unidad nacional frente a estos ataques y llamó a la población a resistir ante cualquier intento de intervención.
Con miras hacia el futuro, el presidente Maduro mencionó que uno de los principales reclamos del pueblo es la mejora de las condiciones económicas, especialmente en lo que respecta a los salarios de los trabajadores y trabajadoras. Reconoció que, aunque el país ha enfrentado retos significativos en este ámbito, la administración se compromete a trabajar arduamente para impulsar cambios que beneficien a la clase trabajadora y promuevan un desarrollo equitativo.
Maduro también hizo hincapié en el crecimiento de la economía venezolana en diversos sectores, destacando esfuerzos por diversificar la economía nacional, alejándose de la tradicional dependencia del petróleo. Esta nueva visión económica implica promover iniciativas en áreas como la agricultura, la tecnología y otros sectores productivos que puedan fortalecer la soberanía económica del país. Enfatizó que se están sentando las bases para un futuro más próspero y sostenible.
La juramentación de Maduro llega en un momento crítico para Venezuela, que ha enfrentado desafíos económicos y sociales significativos en los últimos años. Las expectativas del pueblo son altas, y muchos esperan ver avances concretos en las políticas gubernamentales que mejoren su calidad de vida. El nuevo mandato de Maduro deberá abordar estos temas de manera efectiva para mantener la estabilidad y el apoyo popular.
Finalmente, el acto de juramentación no solo simboliza el inicio de un nuevo capítulo en la política venezolana, sino que también refleja la complejidad de la situación del país en el contexto geopolítico actual. Con un gobierno que ha sido objeto de controversias y críticas tanto a nivel interno como externo, el camino hacia el próximo periodo presidencial estará marcado por desafíos que requerirán tanto de determinación como de diálogo con diversos sectores de la sociedad. La continuidad de Maduro en el poder plantea la continuidad del futuro político y económico de Venezuela, y el papel del pueblo en la construcción de ese futuro sigue siendo fundamental.