Contaminación del Sena hace cancelar prácticas de nadadores olímpicos

Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París-2024 anunciaron hoy la suspensión de un entrenamiento preparatorio para las pruebas de natación en aguas abiertas debido al alto nivel de contaminación del Sena.
Por quinta vez, desde el comienzo de la cita bajo los cinco aros, se cancela una sesión de familiarización con las aguas del emblemático río, afectadas por las lluvias caídas sobre la Región Parisina.
Análisis bacteriológicos realizados por agencias y ONG especializadas demuestran que las fuertes precipitaciones pueden generar la presencia de E. coli y Enterococcus en las aguas de los ríos, como es el caso del Sena en París, capital de Francia.
La contaminación de esta vía fluvial provocó dudas y preocupaciones por las competencias de triatlón, aunque estas pudieron finalmente desarrollarse, no sin antes posponer el certamen masculino y anular cuatro prácticas de la natación.
Precipitaciones dan al traste con trabajos de limpieza y saneamiento
Seis años de trabajo y 1.400 millones de euros de inversión fue el costo del saneamiento de este símbolo de la urbe citadina; sin embargo, los 30 milímetros de agua caídos el 26 de julio último, equivalente en París a 15 días de lluvias, generaron valores mucho más altos para estas dos bacterias, refieren expertos.
Al respecto, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) informó:
Los episodios de lluvia intensa (más de 20 mm en un día) aumentan el riesgo de mala calidad de las aguas de baño debido a la movilización de la contaminación procedente de desbordamientos de alcantarillado, inundaciones o escorrentías superficiales, con los correspondientes posibles impactos en la salud de los bañistas.
Según Rafael Seiz, coordinador del Programa de Agua de la organización conservacionista WWF, este caso tan mediático no es una excepción, pues no hay saneamiento ni tecnología que pueda asegurar la limpieza de las aguas ante un cambio climático que empieza a exponer la vulnerabilidad de los sistemas hídricos.
No obstante, existen medidas preventivas para mejorar la calidad de los ríos, y en ese sentido la AEMA destaca la “retención natural” y el “aumento de los espacios con vegetación” en las zonas urbanas, pues la “creciente urbanización” hace que las infraestructuras de gestión de aguas residuales sean vulnerables al cambio climático.